Álvaro Obregón nació el 19 de febrero de 1880 en la Hacienda de Siquisiva, Navojoa, Sonora. Contrajo matrimonio en 1906 con Refugio Urrea, de quien tuvo dos hijos, Humberto y María del Refugio. Sin embargo, su esposa falleció en 1907. El 2 de marzo de 1910 contrajo nuevo matrimonio con María Tapia, una mujer que le daría 7 hijos más. A finales de 1909, la política del país lo llevó a enrolarse en las fuerzas de Francisco I Madero que combatían al general Porfirio Díaz, Presidente de México desde 1876. Tras la muerte de Madero, en 1913, Álvaro Obregón fue nombrado comandante militar de Hermosillo, del Éjercito constitucionalista. Al cabo de poco tiempo alcanza la jefatura de la Sección de Guerra de la secretaría del Gobierno de Carranza e inicia una campaña plagada de éxitos: el 13 de marzo toma Nogales; el 26, Cananea, y pocos días después, Álvaro Obregón ascendió a brigadier, y seguidamente a general de brigada; no consigue tomar Guaymas y continua su marcha hacia el sur. Durante la posterior lucha contra la dictadura de Victoriano Huerta, Álvaro Obregón fue, junto con Pancho Villa, el principal apoyo militar que permitió a las fuerzas constitucionales de Carranza recuperar el poder en la capital y salvaguardar los objetivos de la Revolución (1914). Tras firmar con Eduardo Iturbide, el 10 de agosto de 1914, los acuerdos de Teoloyucan, que establecían la entreda del Ejército Constitucionalista en la capital y las condiciones de rendición y disolución del Ejército Huertista, Obregón entró a la Ciudad de México. Carranza ocupó la Presidencia, pero Pancho Villa y Emiliano Zapata lo rechazaron. El general Obregón intentó en vano dialogar con Francisco Villa para resolver la conflictiva situación, pero el caudillo del norte logró apresarlo y estuvo, incluso, a punto de fusilarlo, salvado únicamente por la intervención de dos compañeros de Villa. Dicha tensión se debía en gran parte a la actitud de Carranza, quien no respetaba los acuerdos establecidos por Álvaro Obregón y Villa. Una vez concluida la convención de Aguascalientes, en Octubre de 1914, y de que Pancho Villa y Emiliano Zapata entraran en la capital, Álvaro Obregón siguió a Carranza en calidad de jefe del Ejército de Operaciones. Después de derrotar a las tropas de Emiliano Zapata entró nuevamente en México y, en un gesto que ejemplificaba su decisión de acabar con las insurrecciones, se dejó crecer la barba y anunció que no se la quitaría hasta no acabar definitivamente con Pancho Villa. Obregón cumplió su promesa tras vencer a los Villa villistas en cuatro importantes batallas que tuvieron lugar en 1915. Los dos enfrentamientos de Celaya, ocurridos en abril, la batalla de Silao y León, en la que perdió un brazo, entre el 1 y el 5 de junio, y la librada en las proximidades de Aguascalientes, entre el 6 y el 10 de julio, fueron todas modelos de planificación táctica y estratégica. Se dice que después de perder el brazo derecho, Álvaro Obregón intentó suicidarse pero la pistola no tenía cartucho. Mientras tanto Álvaro Obregón presionaba a Venustiano Carranza para que adoptara una política avanzada en materia social. Tras sus fulgurantes éxitos militares y la pacificación del nortel del país, donde logró reducir el poderío de Pancho Villa a meras acciones guerrilleras, el general Obregón ocupó, entre marzo de 1916 y mayo de 1917, la Secretaría de Guerra y Marina. Durante ese año debió enfrentar una crisis con Estados Unidos, provocada por las incursiones de Villa en el territorio de ese país, sobre todo a raíz del asalto a la localidad norteamericana de Columbus. También en ese período fundó la Academia de Estado Mayor y la Escuela Médica Militar. El 1 de mayo de 1917, al considerar restablecido el orden constitucional, Álvaro Obregón deja la secretaría de Guerra para dedicarse a los negocios agrícolas, por lo que se establece en Navojoa. Durante algo más de un año, dedicó su tiempo a las tareas agrícolas y a instrumentar los medios para obtener mejores beneficios de los productos del campo. Con tal fin creó en Navojoa la Agencia Comercial y la Liga Garbancera. Álvaro Obregón seguía atento a lo que sucedía en el país y, al ver que las conquistas revolucionarias no sólo no se profundizaban sino que corrían peligro de ser destruidas por los conservadores, decidió aceptar su candidatura a la Presidencia de la República en las elecciones de 1920. En 1920, Álvaro Obregón se distingue como el candidato presidencial de la mayoría de jefes revolucionarios sin el apoyo de Carranza, quien al no estar de acuerdo con su postulación a la presidencia, motivó atentados hasta aprenderlo. Sin embargo, Álvaro Obregón logró escapar con apoyo de los trabajadores ferrocarrileros. Bajo aquel escenario de inestabilidad económica, política y social, Álvaro Obregón era visto como el hombre capaz de sacar adelante a la nación mexicana. El 20 de abril, en Chilpancingo, firma un manifiesto contra el Gobierno conservador de Venustiano Carranza. Este movimiento (Plan de Agua Prieta) terminó con la muerte del presidente Venustiano Carranza el 21 de mayo, en una especie de complot, donde se daba un claro apoyo a Álvaro Obregón. El Congreso nombró a Adolfo de la Huerta como presidente interino de la república. Durante los seis meses que estuvo en el cargo (1 de junio al 30 de noviembre de 1920) logró la pacificación del país, hacer que Villa depusiera las armas y aprehender a Félix Díaz, quien se encontraba levantando desde 1914. Así, el 5 de septiembre, Obregón fue elegido presidente para el período 1920-1924. Álvaro Obregón se convirtió en presidente Constitucional de México a la medianoche del 1 de Diciembre de 1920. Una vez en la Presidencia, Obregón dio un decidido impulso a la reforma agraria expropiando latifundios y tierras mal cultivadas que repartió entre los campesinos; apoyó y subvencionó las organizaciones obreras como la CROM (Confederación Regional Obrera Mexicana) y la CGT (Confederación General de Trabajadores); fundó el Banco único; restableció la Secretaría de Educación y construyó centenares de escuelas para consolidar la enseñanza pública; reparó y construyó miles de kilómetros de líneas férreas y telegráficas. En la política, Obregón intentó mantener el control y equilibrio de las fuerzas políticas imperantes en el país, principalmente del ejército. Por ello, concedió la amnistía a Francisco Villa y Saturnino Cedillo, y a cambio de rendirse y colaborar en la estabilidad del país les otorgó tierras, producto del reparto agrario. Otra de las preocupaciones del gobierno obregonista fue obtener el reconocimiento de los Estados Unidos, ya que en caso de una nueva revuelta armada en su contra, Obregón debería usar el apoyo de Estados Unidos, que consiguió a inicios de 1923, con el Tratado de Bucareli, suscrito por Thomas Lamont, banquero estadounidense, y el Ministro de Hacienda, Adolfo de la Huerta, por parte de México. Sin embargo, para lograr el reconocimiento norteamericano, Obregón tuvo que hacer ciertas concesiones, sobre todo en materia agraria, ya que la política nacionalista del artículo 27 constitucional afectaba los intereses de las compañías extranjeras en México. De la Huerta, convencido por algunos de sus partidarios, intentó lanzar su candidatura a la presidencia de la República para el período 1924-1928. Pero Obregón apoyaba a Calles, y el Partido Liberal se opuso a esta medida, por lo que lanzó la candidatura de De la Huerta a presidente. Al entrar Plutarco Elias Calles a la presidencia, Obregón se retiró a las labores del campo. Aprovechó los créditos otorgados por el Banco Agrícola para desarrollar sus plantaciones, y así cosechó garbanzo, trigo y algodón. Inició un negocio de combustible para autos, una novedad en el país, por lo que solía frecuentar las principales ciudades de Estados Unidos, como Chicago y Los Ángeles. Mantuvo entrevistas con miembros del gobierno callista, y varias veces visitó al mismo presidente en la capital. Aunque al término del período presidencial en 1924 se retira oficialmente de la jefatura política, una vez reformada la Constitución en el aspecto de la reeleción por su fiel colaborador Plutarco Elías Calles, vuelve a presentarse como candidato a la presidencia de la República. El 13 de noviembre de 1927 sale ileso de un atentado en el Bosque de Chapultepec. El lugar de Obregón fue ocupado por Emilio Portes Gil, en 1929, y en esa época comenzó el período conocido como Maximato. |