Raffaello Sanzio o Santi, nace en Urbino el 6 de abril de 1483, hijo de Magia di Battista di Nicola Ciarlade Santi y del pintor Giovanni di Sante di Pietro, quien tuvo el buen criterio de encaminar los pasos de su vástago hacia el mundo del arte. El 7 de octubre de 1491 fallece la madre del pintor, contrayendo matrimonio de nuevo su padre con una mujer llamada Bernardina, naciendo de ese enlace una hija, Elisabetha. Años más tarde acudirá al taller de Pietro Vannuci, el Perugino, para completar su formación. Alos 17 años Rafael dejó la bodega del Perugino con el título de Maestro que le concederá el permiso de ejercer la actividad de Pintor. Su primera obra maestra fue "Los desposorios de la Virgen". Bajo la influencia de Perugino realizó algunas madonnas y "Las Tres Gracias". En 1504 se fue a vivir a Florencia, entonces pensionado por Pier Soderini para aprender de las obras de excelentes pintores de su época: Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Fra Bartolommeo, de los que aprendió sus métodos de plasmación de luces y sombras, sus estudios anatómicos y actitudes dramáticas. Su fama, fue creciendo, al punto de que en 1508 el Papa Julio II le convoca a Roma, para decorar con sus pinturas un amplio conjunto de las denominadas "Estancias Vaticanas", llamadas actualmente por ello "Estancias de Rafael". Rafael realizó sus primeros trabajos arquitectónicos al diseñar varias iglesias de Roma, como la Capilla Chigi en la iglesia de Santa María del Popolo. Los proyectos de Rafael para San Pedro fueron modificados después de su muerte, pero construyó otros edificios y por un breve tiempo fue el arquitecto más importante de Roma, aparte de ser el mejor pintor. Lamentablemente la mayor parte de su obra arquitectónica ha sido demolida o modificada. En 1515 se le pone al frente de la dirección de todas las excavaciones arqueológicas en Roma y alrededores. La comisión de Julio II marcó la cúspide de la carrera del pintor. En aquellos momentos, Rafael apenas tenía 25 años y era un artista en formación, por lo que todavía no había recibido encargos de tal importancia y prestigio. Rafael supo escoger la ocasión en el mejor modo y desde entonces, aunque trabajando también para otros mecenas, permaneció predilectamente al servicio de Julio II y de su sucesor León X, y los encargos que recibe son tan numerosos que debe rodearse de un amplio equipo de discípulos. Rafael nunca se casó, pero parece que en 1514 hubieron acuerdos para su matrimonio con María Bibbiena (sobrina de un cardenal), que no llegaron a buen término por la muerte prematura de la joven. La otra mujer vinculada a su nombre es una cortesana que pasó a la historia como la Fornarina, la cual decían que era su amante, pero en realidad ni siquiera se ha aprobado que haya existido. Otras pinturas religiosas como la Transfiguración, última obra del artista (1517-1520, Vaticano), completada tras su muerte por el más notable de sus discípulos, Giulio Romano, es considerada por algunos el compendio perfecto de su arte. Rafael murió el 6 de abril de 1520 en Roma, cuando sólo contaba 37 años. Sus exequias fueron celebradas en el Vaticano y asistió toda la aristocracia, que lo conoció como el "Principe de los pintores", y el mundo artístico de la época. Fue enterrado en el Panteón de Roma. Según Vasari la muerte prematura de Rafael se debió a sus excesos amorosos: después de una noche particularmente concupiscible, el artista, presa de una fiebre, no dijo a los doctores cual había sido la causa del malestar y fue sometido a sangrías en vez de que a curas reconstitutivas. |