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 Ángela Peralta tuvo una carrera artística inimaginable, el talento de su voz la llevó a presentaciones internacionales; en México era conocida como “el ruiseñor mexicano”, mientras que en otros países, como en Italia, la conocían bajo el sobrenombre “Angelica di voce e di nome”, que traducido en español es: Angélica de voz y de nombre. Ángela Peralta nació el 6 de julio de 1845 en el barrio de Las Vizcaínas, en la Ciudad de México; recibió el nombre de María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta Castera, su talento comenzó a ser explotado a la edad de ocho años, cuando interpretó la cavatina del Belisario de Gaetano Donizetti. Tras su participación ganó una beca para poder estudiar en el Conservatorio Nacional de Música. Fue una niña de familia humilde que "recibía lecciones de piano en la casa de un profesor de la ciudad, y como no podía continuar los estudios en su propia casa, porque no poseía el instrumento, se improvisó un teclado en la orilla de una mesa, teclado inmóvil y nuevo, pero en el cual podía ejercitar sus dedos", escribió de ella la revista francesa El Eco de Ambos Mundos, el 22 de abril de 1874. Dentro de la institución, tuvo preparación académica por parte de expertos musicales, como el maestro Augustín Balderas, quien era parte del jurado del Concurso para musicalizar el Himno Nacional. A los 15 años de edad, se presentó en el Gran Teatro Nacional, donde interpretó a Leonora de El Trovador de Verdi y la fama que la acompañaría hasta el día de su muerte comenzó a cimentarse. Además de tocar piano y componer desde la infancia, le gustaba la poesía, la literatura y la historia y antes de cumplir os 15 años ya dominaba el francés y el italiano, indispensables para una cantante de ópera.
Durante su trayectoria artística, tuvo varias interpretaciones internacionales dado que viajó a Turín, Génova, Nápoles, Roma, Florencia, Bolonia, Lisboa, París, Barcelona, Madrid, El Cairo, Alejandría, San Petersburgo, Nueva York y La Habana y varias ciudades mexicanas. Una de sus presentaciones más emblemáticas ocurrió el 13 de mayo de 1862, en el Teatro de la Scala de Milán donde cantó Lucia de Lammermoor. Su participación cautivó al público por lo que tuvo que salir al escenario en 32 ocasiones para agradecer las ovaciones de los asistentes, según lo señala el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Asimismo, tuvo presentaciones frente a varias figuras importantes, por ejemplo, estuvo frente a los reyes Victor Manuel II y su esposa, el Papa Pío IX, quien dijo: “Así se canta en el paraíso, ya puedo morir tranquilo porque ya conocí como cantan los ángeles en los dinteles de la gloria”. Su fama era tal que para 1871 Maximiliano de Habsburgo y Carlota, quienes gobernaban lo que hoy es México, organizaron su regreso a la capital donde nació para poder escucharla cantar. Sin embargo, la cantante tuvo una estancia efímera en el país, pues muy pronto volvió a presentarse en Europa, en 1877 regresó a México para presentarse en el Gran Teatro Nacional con su éxito de la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, pero también para estrenar Gino Corsini, ópera del mexicano Melesio Morales. Además de su gigantesca voz, Ángela Peralta sabía tocar el arpa y componer piezas. De hecho es autora de la galopa “México”, la danza “Un recuerdo a mi patria”, la fantasía Nostalgia, los vals “Adiós a México”, “Né m’oublie pas y Absence”; la fantasía “Pensando en ti”, la romanza “Margarita, el chotis Retour " y las melodías “Sara” y “Lejos de ti”. En 1883, perdió la vida a sus 38 años en la ciudad de Mazatlán a consecuencia de la fiebre amarilla. El acta de defunción No. 666 del Registro Civil de Mazatlán que consultó Armando de María y Campos (Teatro del Nuevo México: recuerdos y olvidos, 1999) fijó la muerte de Peralta en el cuarto No. 10 del Hotel Iturbide a las 10:15 horas, con lo cual sellaba la extinción de una celebridad que había encantado a una sociedad lastimada por las guerras como a cortes reales. Ángela Peralta, dejó un gran legado dentro de la música mexicana, pues no sólo interpretaba canciones.
El 6 de julio del 2021, Google celebra el 175° aniversario del nacimiento de Ángela Peralta, soprana mexicana del siglo XIX de fama internacional conocida como "el ruiseñor mexicano". El Doodle muestra una ilustración de la cantante mexicana sobre el escenario con llamativos colores, versión que se puede apreciar en buscados de México, Estados Unidos, Argentina y Chile. |
