Diego Rodríguez de Silva y Velásquez nació en Sevilla el 6 de junio de 1599 en Sevilla. Además de ser la personalidad artística más destacada de su tiempo, Diego Velázquez es también la figura sobresaliente del arte español, sin rival hasta los tiempos de Goya. Diego Velázquez realizó su aprendizaje en Sevilla, en el taller de Pacheco, con cuya hija se casó en 1617. También por entonces pintó increíbles cuadros de temática religiosa ambientados en escenarios cotidianos; de hecho, la capacidad de convertir las escenas religiosas en algo cercano y realista constituye una característica del barroco sevillano que Velázquez dejó a otros artistas de su tiempo. Estas obras, le valierón cierta reputación, que llegó hasta la corte, por lo que en 1623 Diego Velázquez fue llamado a Madrid por el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, para que pintara un retrato del rey; tanto gustó la obra al soberano que lo nombró pintor de corte. Comenzó así para Velázquez una larga y gloriosa carrera cortesana, a lo largo de la cual recibió destacados títulos como caballero de la Orden de Santiago. Desde su nombramiento oficial hasta el final de sus días pintó numerosos retratos de Felipe IV y de diversos miembros de su familia, a pie o a caballo. La culminación de su carrera como retratista es Las Meninas, considerada por algunos como la obra pictórica más importante de todos los tiempos. Al genio sevillano se debe también una obra maestra de la pintura histórica, La rendición de Breda, pintada en 1634 para el Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro de Madrid. Diego Velázquez murió en Madrid el 6 de agosto de 1660. |