Sí, son ustedes la riqueza de esta tierra, hay que transformarla en esperanza, sin ella no podemos vivir. La esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido, y para eso es necesario el ejercicio de empezar "por casa", empezar por sí mismo. Y para que esta riqueza movida por la esperanza vaya adelante hay que caminar juntos, hay que encontrarse, hay que soñar, no pierdan el encanto de soñar!, atrévanse a soñar!. Él quien despierta en mí, o sea en cada uno de nosotros, el encanto de disfrutar, el encanto de soñar, el encanto de trabajar juntos. Es Él quien continuamente me invita a convertir el corazón. Son las ambiciones ajenas las que a ustedes los marginan para usarlos en todas estas cosas que terminan en la destrucción, y el único que me puede tener bien fuerte de la mano es Jesucristo, Él hace que esta riqueza se transforme en esperanza. Cuando todo parezca pesado, que se nos viene el mundo encima, abracen su cruz, abrácenlo a Él. Por favor, nunca se suelten de su mano aunque los esté llevando adelante arrastrando, y si se caen una vez déjense levantar por Él. Los alpinistas tienen una frase muy linda que me gusta repetírsela a los jóvenes. En el arte de ascender el triunfo no está en no caer sino en no permanecer caído. Si ven un amigo o una amiga que se pegó un resbalón en la vida y se cayó, anda y ofrécele la mano pero ofrécela con dignidad, ponete al lado de él, de ella, escuchalo; despacito, dale fuerzas con tu palabra, dale fuerzas con la escucha, esa medicina que se va olvidando. la "escuchoterapia", déjalo hablar, dejalo que te cuente y entonces poquito a poco te va extendiendo la mano y vos lo vas a ayudar en nombre de Jesucristo. De la mano de Jesucristo es posible vivir a fondo, de su mano es posible creer que en la vida vale la pena dar lo mejor de sí, ser fermento, ser sal, ser luz en medio de sus amigos, de sus barrios, de su comunidad, en medio de la familia. Sean astutos como serpientes y humildes como palomas, las dos virtudes juntas. las dos cosas, astutos pero sencillos, bondadosos. |