Ignacio Aldama nació el 7 de mayo de 1768 en San Miguel el Grande (actual San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato). Sus primeros estudios los realizó en Guanajuato, trasladándose posteriormente a la ciudad de México en donde realizó estudios de derecho, obteniendo el respectivo título. El 16 de septiembre de 1810 se unió en su localidad natal a los independentistas que acababan de iniciar la lucha insurgente mediante el denominado grito de Dolores; su hermano, el capitán Juan Aldama, participó activamente en la cospiración insurgente, fraguada en San Miguel, y que culminó con el movimiento independentista. Firmó como alcalde de San Miguel el Grande el acuerdo del 24 de Septiembre de 1810, por el cual reconoció la autoridad de Miguel Hidalgo. Sus acciones y militancia en la insurgencia determinó que el Colegio de Abogados de la ciudad de México a la cual pertenecía don Ignacio Aldama, determinó que fuera eliminado de la lista de dicha Institución. Ayudó en el abastecimiento del ejército insurgente, y cuando la ciudad cayó en poder de las fuerzas realistas, en el mes de Noviembre de 1810 (justo antes de la "Batalla de Aculco"), se unió a las tropas libertadoras y siguió con ellas a Guanajuato) y Guadalajara. El gobierno Español le dio gran importancia a su persona y fué uno de los exceptuados en el indulto concedido a los que dejasen las filas de los insurgentes, poniéndoles precio a sus cabezas junto con la de Hidalgo, Allende y Jiménez. En Saltillo, y ya con el grado de mariscal de campo, fue designado por Ignacio Allende el 06 de febrero de 1811, como representante ante el gobierno de los Estados Unidos, por lo que parte hacia ese país en compañía de Fray Juan de Salazar, para pedir apoyo económico a fin de adquirir armamento. Conducido de regreso a la ciudad de Monclova, se le instruyó proceso sumario y se le condenó a muerte. Se conoce un documento en el que, poco antes de su ejecución, se declara equivocado y arrepentido de participar en el movimiento independiente, pero existen dudas acerca de su autenticidad. A favor del insurgente puede decirse que existe la posibilidad de que dicho documento, sólo haya sido una mera solicitud del perdón divino, ante la certidumbre de la muerte. Fué fusilado el 20 de junio de 1811 en Monclova, Coahuila, fue el primer jefe insurgente muerto fuera de campaña. Al concluir la guerra de Independencia, en 1821, el nombre de Ignacio Aldama fue inscrito con letras de oro en el recinto de la Cámara de Diputados. |