Sebástian Lerdo de Tejada, presidente constitucional de México (1872-1876), nació en Jalapa, Veracruz el 24 de abril de 1823. Sus primeros estudios los realiza en Xalapa. Estudia gramática con el sacerdote Francisco Ortíz de Loza. Porteriormente, obtiene una beca en el Seminario Palafoxiano de la ciuda de Puebla, en donde se recibe en las órdenes menores. Sin embargo, en 1841, renuncia a la carrera eclesiástica para transladarse a México e ingresar al Colegio de San Ildefonso, donde más tarde, obtiene el grado de bachiller y el título de abogado. En el periodo de 1852 a 1863 es Rector del Colegio. De ahí, es nombrado en 1855 Fiscal de la Suprema, por el general Antonio López de Santa Anna. Ingreso al Partido Liberal Mexicano, en el Miguel, su hermano mayor, ocupaba un lugar destacado. La brillante participación en la política hizo que formara parte del gabinete presidencial de Ignacio Comonfort. Fue fiscal de la Suprema Corte de Justicia y Ministro de Relaciones Exteriores. La indecisión política del presidente Comonfort, ante las presiones de conservadores y liberales, fue un factor determinante para que Sebastián, renunciara a su puesto en el gobierno de la República. Sus recomendaciones al Partido Liberal de apoyar con decisión la Constitución de 1857 no encontrarón eco en Comonfort, el cual finalmente cede el poder a Zuloaga. Se inicia la llamada Guerra de los Tres Años, etapa en la que destaca la figura de Benito Juárez, quien finalmente asumirá el poder. Durante la guerra de tres años, Lerdo permanece alejado de la política y regresa a la rectoría del Colegio de San Idelfonso, pero más tarde ingresó como diputado al Congreso de la Unión. Da inicio a la intervención francesa, apoyada por los conservadores que aspiraban a que un soberano europeo para que nos gobernará. Sebastián se mantiene firme en la defensa del país. A la caída de la ciudad de Puebla en manos de los invasores franceses, es nombrado Ministro de Justicia en el gobierno de Benito Juárez. Lerdo se transforma en el hombre de confianza de Juárez. Los sacrificios y esfuerzos que desplegarón al lado del pueblo mexicano culminarón en el triunfo republicano sobre los conservadores. El fusilamiento de Maximiliano y de los traidores a la patria fue una decisión de Juárez. Al triunfo de la republica, redacta la convocatoria para nuevas elecciones. El voto favoreció a Benito Juárez para que ocupará la presidencia y Sebastián Lerdo de Tejada la vicepresidencia. Meses después, Benito Juárez muere víctima de angina de pecho. Sebastián lo sustituye como presidente interino y tiempo después, el Congreso lo eligió presidente. Durante su gobierno, en Enero de 1873, se inauguró el Ferrocarril de México a Veracruz; fue pacificado el estado de Nayarit; se abrierón Institutos Científicos y se mejoró la economía del país. En 1876 intentó hacer modificaciones legales para permitir su reelección y Porfirio Díaz aprovechó la situación para levantarse en armas con el Plan de Tuxtepec, que se resumía en su frase Sufragio Efectivo No Reelección. Esta vez, la rebelión triunfó y Lerdo se vio en la necesidad de renunciar y abandonar el país en enero de 1877; en su lugar quedó José María Iglesias, pero sólo fue reconocido por algunos estados. Sebastián Lerdo de Tejada murió el 21 de abril de 1889, en la ciudad de Nueva York. Sus restos fuerón trasladados a México por el general Mariano Escobedo y sepultados en la Ronda de los Hombres Ilustres, en el Panteón de Dolores. |